Afeitarse diariamente constituye la rutina de muchos hombres, y es importante seguir una serie de recomendaciones para obtener los mejores resultados. Concretamente, es de gran utilidad exfoliar la piel antes de proceder al afeitado para limpiarla y eliminar las células muertas. El exfoliante debe aplicarse por el rostro con movimientos circulares, evitando la zona del contorno de ojos por su delicadeza, y siempre debe elegirse el apropiado a cada tipo de piel.
Hay que insistir en aquellas zonas donde se acumula mayor cantidad de grasa, como la zona T (frente y nariz), además de la zona de la barba, en la que el masaje ayudará no solo a eliminar impurezas, sino que también permitirá levantar y sacar hacia afuera los pelos que pudieran haber quedado enquistados.
No existe una frecuencia óptima generalizada de exfoliación que pueda aplicarse a todo el mundo, sino que deberá hacerse una elección individualizada dependiendo del tipo de piel y del tipo de producto exfoliante. Así, cabe recomendar una frecuencia de dos veces por semana si el exfoliante no es agresivo y la piel es mixta/grasa. Pero si la piel es sensible, seca o más fina de lo normal, bastará con utilizarlo cada quince días. Hay que tener presente que los hombres ya realizan una exfoliación agresiva con el afeitado, con el que puede llegar a eliminarse hasta tres capas externas de la piel, por lo que conviene ser prudentes con el exfoliante, especialmente en el caso de pieles sensibles y delicadas, con problemas de acné, o excesivamente secas.
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