jueves, 23 de febrero de 2012

Problemas de la piel de la barba.


En la zona inferior del rostro, la de la barba, es donde se dan dos de los aspectos más destacados que marcan esa diferencia entre la piel masculina y femenina, además de la densidad capilar de ciertas zonas, el grosor y la porosidad cutáneas.

La barba del hombre está compuesta por unos veinte mil pelos y surge en la pubertad como uno de los caracteres sexuales masculinos por la acción de ciertas hormonas sexuales llamadas andrógenos, cuya función es la estimular la diferenciación masculina de determinados tejidos como los músculos, la piel, los genitales, las cuerdas vocales, etc. Los andrógenos consiguen que se produzca un desarrollo completo de todas las partes del cuerpo que van a estar más 
implicadas en la masculinización de la persona.

La barba empieza a aparecer cuando el niño entra en la adolescencia, entre los 12 y 18 años, e irá creciendo y aumentando en grosor y densidad a lo largo de la juventud, si bien es cierto que el desarrollo de la misma es muy variable de unos hombres a otros.


Enfermedades de la barba


La piel de la barba puede sufrir las mismas enfermedades que las que puedan aparecer en otras localizaciones de nuestra superficie corporal, pero tiene unas características especiales que hacen que haya determinados trastornos prácticamente específicos de ella. En la piel de la barba existen las mismas capas  (epidermis, dermis e hipodermis) y los mismos anejos cutáneos (folículos pilosos, glándulas sebáceas y glándulas sudoríparas), pero tanto el grosor de cada estrato como la densidad y desarrollo de los anejos cutáneos son diferentes el resto de la piel de nuestro cuerpo. 

Dentro de los posibles trastornos o enfermedades que pueden afectar a la piel de la barba podemos destacar una de las más comunes: Foliculitis y "sicosis" de la barba, que consiste en la inflamación e infección de un folículo piloso, es decir, del nacimiento donde se aloja la raíz del pelo.

En las zonas sometidas a irritación, por el afeitado o la rozadura, las foliculitis se repiten crónicamente, como ocurre en las áreas de al barba y bigote, aunque se producen igualmente en la axilas y las ingles.
El tratamiento de este problema en la mayoría de los casos no es necesario ya que esta enfermedad se resuelve por sí sola, pero cuando éste es preciso consiste en el uso de jabones, lociones o cremas con antisépticos; muy excepcionalmente puede requerirse la terapia oral con antibióticos.

La sicosis de la barba es una foliculitis profunda que ocurre en las zonas pilosas de la cara. Si no se trata adecuadamente puede volverse crónica. Usualmente, un tratamiento con compresas calientes de suero salino y un antibiótico tópico son suficientes para controlar la infección. Si esta es más severa, puede ser necesaria la administración de antibióticos sistémicos. En estos casos, hay que diferencias la foliculitis por S. aureusde la foliculitis dermatofítica. En esta última circunstancia, los pelos están rotos o se han perdido y se observan nódulos supurativos y granulomatosos en lugar de pústulas discretas.

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